La renuncia de la herencia o repudia de la herencia es un acto voluntario, libre y formal que se realiza ante notario por el cual el heredero declara su voluntad de no ser heredero de los bienes que se le atribuyen en dicha herencia.
¿Cuándo conviene renunciar a una herencia?
La herencia no siempre es un ingreso o un beneficio económico que se obtiene de un familiar. Heredar es también asumir las cargas y obligaciones de la persona que ha fallecido. Por ello es importante valorar qué hacer en caso de ser heredero. Los principales motivos por los que se renuncia a esta herencia son:
Razones familiares
Cuando se produce el reparto de la herencia, se suelen producir malentendidos y enfrentamientos innecesarios entre herederos. Sobre todo, si la persona fallecida no ha dejado bien arreglado su testamento, o si se ha producido una repartición desproporcionada. Renunciar a la herencia puede ayudar a evitar estas tensiones.
Deudas del fallecido
Al aceptar la herencia que le ha dejado su familiar, el heredero asume tanto los bienes como las deudas de ese familiar que ha fallecido. Estas deudas comprenden préstamos, hipotecas, embargos y otras obligaciones. Si al echar cuentas, las deudas superan a los bienes, renunciar a la herencia puede parecer la mejor decisión.
En España se puede contemplar otra opción, aceptar la herencia a beneficio de inventario. Esta manera permite al heredero aceptar la herencia y asumir las deudas hasta donde alcanzan los bienes heredados, garantizando así la seguridad su patrimonio personal.
Responsabilidades
Como se ha mencionado con anterioridad, heredar no sólo implica la recepción de bienes, sino también de obligaciones y responsabilidades. Por ejemplo, si el fallecido era el dueño de una empresa, la persona heredera será la encargada de su gestión y mantenimiento, así como del pago de tributos que el negocio conlleva.
Cuando una persona quiere desentenderse de esa responsabilidad, puede optar por la renuncia, un acto voluntario y libre.
Fiscalidad
Heredar no es simplemente recibir los bienes y deudas de un familiar fallecido, esta herencia implica el pago de impuesto de sucesiones. En algunos casos este impuesto puede ser tan alto que renunciar a la herencia puede resultar la mejor opción económicamente hablando.
En España, al heredar, se debe pagar el impuesto de sucesiones y donaciones. Este varía en función de la comunidad autónoma, siendo Asturias, Cataluña, Castilla-La Mancha y Navarra las regiones que menos bonificaciones aplican.
Tipos de renuncia de la herencia
Para poder renunciar a la herencia, hace falta más que un “no la quiero”. Esta renuncia se debe hacer de manera expresa ante un notario o en sede judicial. Existen varios tipos de renuncia.
Renuncia pura y simple
Es una declaración que manifiesta el heredero, la manera más habitual de renunciar a la herencia. Esta debe hacerse en escritura pública ante el juzgado competente o ante un notario. Es de carácter irrevocable y tiene efectos retroactivos. Tras esa renuncia, la herencia seguirá el orden que establece el testamento si está indicado, si no, seguirá el orden legal.
Renuncia tácita
La renuncia tácita se da cuando el heredero da a entender su intención por rechazar la herencia, pero no lo hace de manera formal. Es importante asesorarse, ya que, si se hace uso de algún bien del heredero, al contrario del caso expuesto, también se dará por hecho la aceptación tácita.
Renuncia a favor de otros herederos
Proceso de renuncia de herencia
Renunciar a la herencia es un acto legal regulado por el Código Civil español, los pasos para su realización son los siguientes:
Esperar a que se abra la sucesión
Para poder renunciar, se debe haber producido el fallecimiento del familiar y estar abierta la sucesión. Hay dos variables, una es que exista testamento donde el fallecido ha establecido sus últimas voluntades, la otra opción es la ausencia de este, es decir, que no haya testamento. En este último caso, el orden de sucesión lo establece la ley.
No tocar la herencia
Es importante que, mientras que no se haya aceptado o rechazado la herencia, no se use ni se venda ningún bien del fallecido. Esto puede considerarse como una aceptación tácita e imposibilitaría la opción de rechazarla.
Acudir al notario
Para poder hacer la renuncia de manera oficial es necesario realizarlo ante un notario mediante escritura pública de renuncia. En el caso de tratarse de una sucesión judicial (con menores de edad o herederos incapacitados) se debe hacer en un juzgado.
Documentación que presentar
Los documentos que un notario requerirá son los siguientes:
- DNI del heredero.
- Certificado de defunción del familiar.
- Certificado de últimas voluntades.
- Copia del testamento.
- Escrituras de los bienes del fallecido.
Notificación a los demás herederos
Después de la renuncia de un heredero, se debe notificar al resto de herederos, es posible también que sea necesaria una nueva adjudicación de la herencia.
¿Cuánto cuesta renunciar a la herencia?
Este trámite es por lo general sencillo y gratuito. Normalmente los gastos que se comprenden son los notariales, por lo general suele tener un coste de entre 60 y 100 euros. Si fuese algo más complejo, o están implicados más herederos, el precio podría cambiar. En el caso de sucesión judicial, se puede requerir alguna tasa, procurador o incluso la representación de un abogado. Por lo tanto, el precio de este trámite aumentará.
Consecuencias de renunciar a una herencia
La decisión de renunciar a una herencia tiene una serie de consecuencias legales que afectan a la persona renunciante y a los demás herederos. Por ello, antes de realizar esta renuncia, es importante conocer bien lo que implica.
Efectos legales
En España, renunciar a la herencia tiene carácter irrevocable, no hay opción de volver atrás una vez que se firma la renuncia, además de su retroactividad, es decir, el renunciante nunca constará como que ha sido heredero. Esta herencia no se puede aceptar o rechazar por partes, la decisión es íntegra tanto para los bienes como para las obligaciones.
Derechos de los demás herederos
La parte de la herencia a la que renuncia un heredero no desaparece, se redistribuye entre los demás herederos. Hay tres escenarios posibles, que haya testamento (en ese caso se regirá la distribución en el orden en el que el fallecido haya marcado como últimas voluntades), que no haya testamento (la parte del renunciante se divide de forma equitativa entre los herederos del mismo grado), que todos los herederos renuncien (la herencia pasaría al poder del Estado).
Futuras herencias
Renunciar a una herencia en el presente no implica la obligación de renunciar a las herencias a futuro. Y tampoco se pierde el “título” de heredero legal si fallece otro familiar. Tampoco tiene ningún efecto negativo fiscal o jurídico.
Plazos para renunciar a la herencia
En España el plazo para rechazar la herencia son 6 meses con la posibilidad de pedir un aplazamiento. Una vez pasado este plazo, se puede entender este estado de “stand by” como una aceptación tácita de la herencia.