¿Cuál es el propósito de los ataúdes?

El ataúd es una caja normalmente compuesta por madera, donde se deposita un cuerpo sin vida para su inhumación o cremación. Este es utilizado en las ceremonias funerarias desde la antigüedad en numerosas culturas.

El origen de los ataúdes

El origen de los ataúdes surge con la necesidad de proteger el cuerpo de la persona, mantenerlo unido y mostrarle respeto y consideración. Esto de mantenerlo unido se debe a algunas creencias que pensaban que cuidando el cuerpo durante el duelo y manteniéndolo unido, esa persona podría vivir eternamente en su siguiente fase.

Esta práctica viene desde hace ya más de 4500 años, en Egipto se empezaron a usar los sarcófagos para darle al difunto la vida eterna. Estos ataúdes estaban fabricados con piedra pulida, en el exterior dibujaban jeroglíficos donde contaban las hazañas y vida del difunto.

También se han encontrado ataúdes procedentes de la Edad de Bronce, estos estaban hechos con el tronco de un árbol ahuecado. Mucho tiempo después, en el año 700 A.C, en Europa se fabricaban estos ataúdes con piedras planas para la inhumación de los difuntos o bien con cajas de madera.

Hay que tener en cuenta que no todas las personas podían tener acceso a estos ataúdes para ser enterrados, sólo podían permitírselo las clases adineradas o pertenecientes a la nobleza. Tras la Revolución Industrial, se fueron creando más tipos y variedad de ataúdes, utilizando distintos materiales y acabados.

¿Cuál es el significado del uso del ataúd?

El ataúd ha ido evolucionando en toda su trayectoria y se ha convertido en un símbolo de memoria, respeto y cierre, representando el momento final del ciclo de la vida de un ser humano. La elección de este ataúd es el momento significativo y personal, pues el papel fundamental del ataúd es brindar el último descanso a ese ser querido.

También hace referencia a las cuestiones que se plantean sobre la existencia, sobre lo que hay detrás de la muerte y la necesidad de encontrar un significado. También va muy ligado con el respeto y la dignidad de los difuntos y su vida después de la muerte.

Diferencias entre un ataúd y un féretro

La palabra ataúd y féretro suelen usarse para denominar el mismo elemento. Pero lo que muchos no saben es que existen pequeñas diferencias entre ambos, aunque no son muy significativas, es necesario conocerlas para tomar una buena decisión a la hora de elegir todos los elementos funerarios.

La función de ambos dos es la misma, servir como lugar para velar, transportar y guardar los restos mortales de un fallecido. Pero existen pequeñas diferencias entre ambos.

La forma de los ataúdes es particular, la parte de la cabeza y los hombros es más ancha, sin embargo, la parte de las piernas es más estrecha, se puede decir que tiene una forma más hexagonal. Mientras que el féretro es completamente regular.

La tapa de los ataúdes es una tapa completa, el ataúd o está abierto o está cerrado. A diferencia de los féretros, que, en la mayoría de sus casos esta tapa se abre en dos partes, una superior que suele estar abierta en el momento del velatorio y una inferior que sólo se abre para la colocación del difunto.

Los ataúdes normalmente están fabricados con madera y forrados en su interior. En los casos más selectos, estos ataúdes pueden llevar accesorios, referencias religiosas...

Los féretros además de usar la madera, también se pueden fabricar en otros elementos como son metal, fibra de vidrio... La elección del material va a depender de el proceso posterior al velatorio. Por ejemplo, si se va a incinerar, lo ideal es que este ataúd sea de madera.

Tipos de ataúdes

Existe una gran variedad de ataúdes, pueden ser de diferentes materiales, precios o gamas. Los más habituales son los de madera, la calidad de estos va a depender del tipo de madera que se utiliza, entre estos componentes se encuentra la madera de chopo, pino, roble, cedro... Otros pueden estar compuestos por metal, son impermeables y suelen tener un menor tamaño, existen de bronce y de cobre.

Con el cambio climático se está empezando a demandar el ataúd sostenible, son cajas biodegradables hechas con bambú, cartón, tela. Estos están ligados a funerales ecológicos donde se busca la conexión directa con la naturaleza.

El tamaño, el acabado y el acolchado interno también son elementos que hay que seleccionar para conseguir el ataúd que nuestro familiar necesita. El tamaño va a depender de la fisionomía de la persona fallecida. En general existe un tamaño estándar, pero también cabe la posibilidad de personalizar las medidas si fuese necesario. Con respecto al interior y a los acabados, también es una decisión personal, los hay con símbolos religiosos, lisos...

El ataúd se ha mantenido desde la antigüedad como un icono en las ceremonias funerarias, independientemente de la cultura y la religión. Es el lugar donde descansa el cuerpo para la siguiente fase.

Jorge Écija Sánchez 21 de octubre de 2024
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