¿Conoces la tradición budista?
El budismo es una religión no teísta, no sigue a un Dios, la piedra angular de esta doctrina filosófica es la búsqueda de la paz, equilibrio y armonía. Es la cuarta religión más importante y la forman una comunidad de 500 millones de personas en el mundo. Su origen tuvo lugar en India durante los siglos IV y VI a.C.
En el budismo aceptan las creencias como el karma, los seres espirituales, renacimiento y deidades. Estos dioses a los que rinden culto son los seres que han alcanzado la iluminación, conocidos como "Budas".
Para entender todo el proceso de esta tradición budista, es necesario conocer los términos y sus significados:
- Nirvana: El Nirvana es el estado libre de sufrimiento que alcanza una persona cuando ha obtenido toda la sabiduría a lo largo de su vida.
- Bardo: Se le conoce como los días intermedios entre las dos vidas, este proceso tiene una duración de 49 días.
- Samsara: Se traduce como ciclo o vuelta, hace referencia a la existencia de la muerte, renacimiento y sufrimiento. Es el proceso donde se encuentra la persona antes de llegar al Nirvana.
- Reencarnación: Es el renacimiento de una persona tras la muerte. Hay tantas cuantas sean necesarias para que el individuo encuentre la verdad.
- Karma: Se le conoce como la energía cósmica generada a partir de los actos de una persona. Es como un espíritu de equilibrio justiciero.
La muerte para la religión budista es sólo el
trance hasta una nueva etapa. Planifican y organizan este funeral siendo
conscientes y con actitud positiva, pues creen firmemente en el ciclo de la
vida y el proceso natural que dará paso a la reencarnación. Para ellos la
muerte sólo es el principio de otra vida, que se repetirá hasta llegar al
Nirvana.
El funeral da comienzo orando a Buda. Al fallecido se le cubre el rostro con un sudario y se le toca lo menos posible, sobre todo la cabeza, deben pasar tres días sin ser perturbado, pues los budistas, creen que la conciencia y el cuerpo no se separan de inmediato. El velatorio puede ser tanto en la casa de un familiar como en un tanatorio. A la hora de velar, es importante que acudan amigos y familia para contar hazañas del difunto en vida. Esto trae buenas repercusiones kármicas para complementar el círculo.
Pasados los días estipulados, llega el momento del último adiós. Los seguidores de esta religión pueden elegir cómo despedirse. La opción más común en esta religión suele ser la incineración, pero también se pueden elegir la inhumación, el sepelio en el agua. En algunas ocasiones, en lugares del Tíbet, también se dejaban los restos en lo alto de las colinas para que sirviesen de alimento a otros seres vivos.
El budismo tibetano tiene como costumbre leer al difunto el libro llamado "Bar-do'i-thos-grol" libro que guarda consejos para el estado del Bardo, el punto entre las dos vidas. En esta transición que dura cuarenta y nueve días, el individuo confronta las visiones del más allá y el juicio personal para saber si puede escapar del Samsara o reencarnarse en otro ser. Este último término, Samsara, es el continuo ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento. Este ciclo solo terminará alcanzando el Nirvana (iluminación).
Tras la inhumación o incineración, llega el paso de las ceremonias. Tienen como costumbre hacer una ceremonia diaria la primera semana. Después una semanal durante siete semanas, y una despedida final tras pasar los 49 días del bardo, cuando el cuerpo ha alcanzado la nueva vida. Después se suele celebrar una ceremonia anual durante los siguientes 7 años después de la muerte.
¿Pero, aquí también hay funerales budistas? La respuesta es sí, aquellos creyentes de la religión budista deberán expresar su voluntad por escrito para poder cumplir con esta. Aquí en España, las opciones son la incineración o el entierro. El velatorio se puede hacer en un templo o en tanatorio y la caja o ataúd debe ser lo más sencilla posible y sin ningún símbolo religioso.
Todas las religiones son únicas en sí mismas, pero todas tienen algo en común, buscan algo o a alguien. En la actualidad, todas ellas conviven, es por ello por lo que debemos cuidar y respetar cada una de ellas. Sólo así podremos vivir en un mismo lugar y conseguir ese estado de paz o iluminación que todas ellas ponen como un fin en sí mismo.