El crematorio es un grupo de instalaciones donde se realizan las incineraciones. Estos crematorios se suelen encontrar en funerarias, cementerios, capillas, hospitales...
Origen de la incineración
Los historiadores aseguran que la incineración del cuerpo ya se llevaba a cabo entre los años 2200 y 750 a.C. según las evidencias encontradas. No era una costumbre mundial debido a la diversidad de culturas y religiones. Por ejemplo, para el judaísmo, la incineración está prohibida, sin embargo, en el hinduismo es una práctica muy habitual.
¿Cuál es la función de un crematorio?
La función de los crematorios es reducir los restos de un fallecido a cenizas con la intervención de tecnología a altas temperaturas. La cremación es otra forma de homenajear a los difuntos de una manera segura y respetuosa.
¿Cómo surgieron los crematorios?
Para entender lo que es un crematorio, nos remontamos a la época anterior a la Revolución Industrial. Las cremaciones que tenían lugar se realizaban en una pira abierta al aire libre. Carbón o leña eran los principales componentes para poder realizar la combustión. Por sus dificultades, la cremación no era tan recurrida. Hasta que llegó la Revolución Industrial donde se creó el primer horno crematorio para hacer más práctico este proceso.
¿Cómo funciona un horno crematorio?
Gracias a la tecnología actual, los crematorios son una de las formas de dar el último adiós de manera respetuosa con el difunto y a su vez, con el medio ambiente, además es un método seguro y eficiente. El proceso de cremación es el siguiente:
- Preparación del cuerpo: El cuerpo se debe introducir en un ataúd válido para la incineración. Algunos de los requisitos son el uso de barnices al agua y la retirada de piezas metálicas.
- Introducción en el horno: Una vez que el cuerpo está listo, se debe introducir el ataúd al horno. Estos hornos están construidos con materiales no inflamables que soportan las altas temperaturas.
- Cremación: El horno llega hasta los 870 - 980ºC. Bajo estas altas temperaturas el cuerpo se reduce mediante la evaporación y oxidación hasta convertirse en cenizas. Este proceso suele durar entre 1.5 y 3 horas.
- Recogida de restos: Los restos óseos resultado de la cremación se dejan enfriar para su posterior trituración. Así se convierten en ceniza fina.
- Entrega de cenizas: Estas cenizas finas son colocadas en una urna cineraria y entregadas a los familiares.
¿Tanatorio y crematorio son lo mismo?
Con frecuencia podemos ver tanatorios-crematorios, pero no son lo mismo. Tanatorio es un espacio dedicado al velatorio de los difuntos, donde se les acompaña en esas horas previas al entierro. Mientras que, crematorio es el conjunto de instalaciones mediante las cuales se reduce el cuerpo a cenizas. Los términos están muy unidos ya que existen los tanatorios con crematorio incorporado.
Diferencias entre cremación e incineración
Los términos cremación e incineración son muy pares. Normalmente se usan ambos para referirse a este tema, pero si afinamos un poquito más en el significado, se conoce al término de incineración como proceso que destruye por calor todos los elementos orgánicos, ya sean personas o cosas mientras que la cremación es el proceso específico de reducir a cenizas un cuerpo humano en un crematorio.
¿Qué hacer con las cenizas?
Los familiares son los que deciden qué hacer con las cenizas. En algunas ocasiones deciden esparcirlas en algún lugar especial que les recuerde a esa persona, siempre y cuando no causen ningún peligro para la salud pública y no vayan en contra de la normativa medioambiental. En otros casos, la familia decide dejar las cenizas en un lugar donde poder reencontrarse, como es el cementerio. Para estos tipos de sepultura, lo más habitual es elegir el columbario. Se trata de un hueco más pequeño donde dejar la urna. Es un espacio personalizado, donde los familiares deciden el diseño.